Entre enero y marzo de 2024, los accidentes en la red de carreteras federales de México alcanzaron una cifra alarmante de 3,519 incidentes. Estos accidentes generaron daños materiales que ascienden a un estimado de $2,198,542,087 (dos mil millones ciento noventa y ocho millones quinientos cuarenta y dos mil ochenta y siete pesos). La magnitud de estas cifras refleja un problema creciente que afecta tanto a conductores como a peatones en todo el país, especialmente en regiones como Durango, donde los accidentes viales han sido particularmente comunes.
De acuerdo con estadísticas de la Guardia Nacional, este tipo de incidentes incluye una variedad de colisiones, desde atropellamientos hasta choques entre vehículos, y en algunos casos, contra estructuras como casas o escuelas. Este fenómeno no es nuevo en Durango, donde, según cifras del INEGI, se reportaron 11,631 accidentes en 2023. De esos, cerca de 7,000 fueron colisiones entre vehículos, lo que subraya la peligrosidad de transitar por las calles y carreteras de la entidad.
La situación es aún más preocupante cuando se observa el impacto en vidas humanas. Hasta mayo de 2024, los accidentes viales en Durango resultaron en la muerte de 51 personas y dejaron 205 lesionados. Estas cifras incluyen tanto a conductores como a peatones, y aunque las autoridades han implementado diversas estrategias de prevención, los incidentes continúan ocurriendo a un ritmo alarmante. Los programas de seguridad vial han intentado reducir la frecuencia de los accidentes, pero el número de víctimas mortales sigue en aumento.
Enrique Sánchez, un testigo frecuente de estos accidentes, comenta que muchos de los incidentes ocurren a cualquier hora del día, y en ocasiones, los vehículos involucrados terminan chocando contra estructuras como escuelas. La gravedad de los accidentes no distingue entre día y noche, y parece que la imprudencia y la falta de cuidado de algunos conductores son factores determinantes en esta crisis creciente.
A pesar de los esfuerzos por crear conciencia y promover la conducción segura, los accidentes no cesan. Los ciudadanos y las autoridades de Durango y otras regiones afectadas siguen buscando respuestas y soluciones a este problema que pone en riesgo la vida de tantas personas. Las estadísticas reflejan la urgente necesidad de reforzar las medidas de seguridad y de mejorar la cultura vial en general para reducir la cantidad de accidentes y sus devastadoras consecuencias. Mientras tanto, los conductores deben ser más conscientes de su responsabilidad al volante para proteger no solo su vida, sino también la de los demás.