En México, las adicciones en adultos mayores representan un problema de salud creciente y, aunque poco visibilizado, ha captado la atención de los centros de rehabilitación y organizaciones de salud. Durante los últimos años, la atención en este sector de la población ha aumentado considerablemente. En el país, se observa una tendencia al alza en el ingreso de adultos mayores a centros de rehabilitación para tratar problemas de adicción tanto a drogas ilegales como al alcohol, con un incremento preocupante de casos desde 2018, cuando se reportó que casi un millón de adultos mayores de 65 años vivían con un trastorno por consumo de sustancias.
La edad promedio de las personas atendidas en los centros de rehabilitación va en aumento; por ejemplo, en el centro de rehabilitación "Tocando Fondo" se ha registrado a pacientes de hasta 74 años, la mayoría de los cuales ingresa por recomendaciones de terceros, ya sea familiares o amigos que observan un deterioro en su salud. Según reportes del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas, entre el 2000 y el 2012, el porcentaje de ingresos de adultos mayores a tratamiento aumentó de un 3.4 % a un 7 %, reflejando la urgencia de atender esta problemática en la población de la tercera edad.
Los factores de riesgo en esta etapa de la vida son múltiples y complejos. La soledad, el dolor físico, la pérdida de seres queridos y la falta de apoyo emocional suelen ser factores que contribuyen al consumo de sustancias. Los expertos afirman que, a pesar de que el consumo de drogas tiende a disminuir en los primeros años de la adultez, muchos adultos mayores desarrollan dependencia al alcohol u otras drogas como una forma de enfrentar estas dificultades. Sin embargo, pocos programas están dirigidos específicamente a este grupo, que se enfrenta a desafíos físicos y psicológicos adicionales derivados de su edad y posibles padecimientos crónicos como diabetes o hipertensión, lo que complica su recuperación.
A pesar de las dificultades, existen centros que ofrecen ayuda a personas de todas las edades, brindando tratamiento y apoyo en un ambiente de cuidado especializado. La resiliencia en adultos mayores es posible, y muchos logran recuperar su salud y dignidad a través del tratamiento adecuado. La rehabilitación de personas mayores no solo implica desintoxicación, sino también un trabajo integral que aborde los problemas físicos y emocionales que acompañan el envejecimiento.
La creciente necesidad de servicios de rehabilitación para adultos mayores destaca la importancia de desarrollar políticas de salud que incluyan esta población, reconociendo la problemática de adicciones en la tercera edad como una realidad. Es fundamental promover la sensibilización sobre el tema y garantizar un acceso adecuado a programas de atención para mejorar la calidad de vida de este grupo y contribuir a una sociedad más inclusiva y saludable.
La reducción de la semana laboral de 48 a 40 horas será gradual en México a partir de este primero de mayo, Día del Trabajo y hasta enero de 2030, así lo informó el secretario del Trabajo y Previsión Social, Marath Bolaños.
Con el fin de reducir la jornada laboral de 48 a 40 horas semanales, el gobierno de México iniciará la realización de foros con todos los sectores involucrados para instaurar de manera paulatina y gradual este beneficio; toda vez que esta reforma "no puede hacerse de un día para otro".
"Reduciremos de manera gradual hasta llegar, a más tardar en enero de 2030 a un total de 40 horas semanales. Atendemos así una demanda histórica del pueblo de México" dijo el funcionario. También aseguró que el cambio se hará mediante un proceso de diálogo social, en el cual se tomarán en cuenta a todos los sectores involucrados.
"Escucharemos a las trabajadoras y los trabajadores, así como a las patronas y los patrones, de esta manera se llegará a una serie de acuerdos que permitirán establecer un nuevo panorama laboral que estoy seguro traerá bienestar para todas y para todos".
Durango enfrenta actualmente una complicada situación por el incremento de incendios forestales, derivado de las condiciones de sequía severa que persisten en la entidad. De acuerdo con autoridades estatales, al momento se reportan nueve incendios activos en los municipios de Tamazula, Pueblo Nuevo y Mezquital.
Aunque la mayoría de los siniestros han sido atendidos de manera oportuna, algunos se encuentran en zonas de difícil acceso, lo que ha complicado su combate, principalmente en el municipio de Tamazula. A pesar de los esfuerzos extraordinarios por parte de los tres órdenes de gobierno y de los propios propietarios de terrenos, la falta de lluvias continúa dificultando el control de los incendios.
En comparación con el año pasado, se registra un aumento del 40% en el número de incendios. Hasta la fecha, se contabilizan 203 siniestros en la entidad. También hay un incremento considerable en las hectáreas afectadas, aunque la mayoría del daño corresponde a pastizales y arbustos. Sin embargo, las autoridades no minimizan el impacto y la preocupación sigue latente.
Respecto al incendio en las cercanías de Llano Grande, se presume que pudo haberse originado por un descuido humano, como una fogata mal apagada o una colilla de cigarro. La rápida movilización de la Coordinación Estatal de Protección Civil, Protección Civil Municipal de Pueblo Nuevo y brigadas locales permitió controlar y posteriormente liquidar el incendio, evitando que se extendiera.
Las autoridades reiteraron el llamado a la población para extremar precauciones en zonas boscosas y colaborar en la prevención de incendios, ya que las condiciones de sequía persistirán en las próximas semanas.
Aunque no se ha registrado un repunte significativo en los actos delictivos cometidos por menores de edad, autoridades municipales advierten sobre la formación de pequeños grupos juveniles que operan principalmente en colonias con condiciones de marginación. Estos grupos, integrados por adolescentes e incluso niños, se reúnen para realizar actos vandálicos e ilícitos, lo que ha generado focos de preocupación en diversas zonas de la capital.
Si bien no cumplen con los elementos estructurales para ser considerados como pandillas formales, su comportamiento ha derivado en hechos de violencia y desorden que afectan la seguridad y convivencia en sus comunidades. La mayoría de estos casos se presentan en colonias donde existe una marcada falta de servicios básicos, como el alumbrado público, lo que propicia entornos inseguros y de fácil ocultamiento.
Autoridades municipales señalan que la Dirección de Seguridad Pública ha respondido dentro de sus posibilidades, aunque reconocen que la corporación enfrenta limitaciones importantes por la falta de equipamiento y personal. Esta carencia reduce la capacidad de reacción ante situaciones que involucran a menores infractores, lo que complica la contención del problema.
Además, se destaca la importancia del entorno familiar como un factor clave para la prevención. La ausencia de supervisión por parte de padres o tutores ha sido un elemento común en los casos detectados, lo que subraya la necesidad de fortalecer los lazos familiares y promover una mayor participación de la comunidad en la vigilancia de su entorno.
Aunque colonias como Emiliano Zapata anteriormente eran señaladas como zonas de riesgo, hoy la problemática se ha desplazado hacia otras áreas de la ciudad que enfrentan mayores carencias, convirtiéndose en nuevos focos rojos para las autoridades.