La salud mental en el contexto de la violencia de género es un problema urgente. Tras el reciente feminicidio en la ciudad, el Síndico Municipal, Alicia Gamboa, expresó su preocupación por la situación de las víctimas. Muchas mujeres no denuncian la violencia que sufren por miedo a represalias. Aquellas que lo hacen, frecuentemente retiran la denuncia en pocos días, perdonando a sus agresores, explicó que esto se debe a factores como la codependencia emocional, la presión económica y la influencia familiar, lo que perpetúa el ciclo de violencia.
Para enfrentar este problema, Alicia Gamboa subrayó la importancia de que sociedad y gobierno trabajen de manera conjunta. No es necesario mirar solo a las colonias más alejadas, pues en las zonas periféricas urbanas la violencia sigue creciendo. Los casos de abuso sexual infantil, la violencia en adolescentes, los feminicidios y las autolesiones se están incrementando de forma alarmante, afectando gravemente la calidad de vida de las personas en esas áreas.
La funcionaria advirtió que, sin una estrategia integral, los recursos disponibles no serán suficientes para enfrentar la crisis. La situación requiere un enfoque preventivo y de atención que contemple el apoyo psicológico y la protección efectiva para las víctimas. Es necesario, dijo, intervenir antes de que los casos lleguen a extremos fatales, como el feminicidio.
Alicia Gamboa insistió en que no se puede subestimar la gravedad de la violencia en la periferia, donde los factores económicos y sociales agravan la situación. Si no se actúa con urgencia, la violencia y los problemas de salud mental seguirán creciendo sin control, afectando no solo a las víctimas directas, sino a toda la comunidad.