Los mitos y creencias en torno a los años bisiestos son variados y a menudo curiosos. Se dice que los romanos consideraban febrero como el mes de los muertos, y en Escocia se teme al 29 de febrero, similar al viernes 13, mientras que en Grecia se cree que casarse en años bisiestos trae mala suerte.
Sin embargo, la explicación de los años bisiestos proviene de la astronomía: cada año tiene 365 días, 5 horas, 48 minutos y 45 segundos, y el día extra, el 29 de febrero, compensa ese excedente. Fue en 1582 cuando el Papa Gregorio XIII estableció el calendario gregoriano que rige en la actualidad.
Los años bisiestos son aquellos divisibles por 4, excepto los divisibles por 100, a menos que sean divisibles por 400, como sucedió en el año 2000.
En Irlanda, el 29 de febrero se relaciona con la buena fortuna, siendo conocido como el Día de los Solteros, cuando las mujeres proponen matrimonio a sus amados. Se dice que antiguamente, si la propuesta era rechazada, el hombre debía comprar un vestido de seda a la mujer.
Existen también amuletos recomendados para los años bisiestos, como colocar campanas para limpiar energías negativas, guardar una moneda fechada en año bisiesto entre los objetos personales para atraer suerte, o tener una piedra de cuarzo rosa en la mesita de luz para fortalecer el amor.
Entre las tragedias asociadas al 29 de febrero se encuentran el hundimiento del Titanic en 1912, el asesinato de Gandhi en 1948, el de Martin Luther King veinte años después, y el de John Lennon en 1980.
Las probabilidades de nacer en un año bisiesto son de 1 entre 1,461, y los nacidos este día pueden celebrarlo anualmente o cada cuatro años. Se estima que solo hay cuatro millones de personas en el mundo que nacieron el 29 de febrero, y existen familias donde varias generaciones comparten este día.
Por otro lado, el 29 de febrero es también el cumpleaños de Superman según el canon de DC Comics, aunque su primera aparición en Action Comics #1 fue el 18 de abril. Clark Kent canónicamente cumple años el 29 de febrero.