Con el descenso de las temperaturas, el horno de la industria panadera en Durango se enciende, pero no solo para calentar la atmósfera. También se prepara para un cambio que podría impactar el bolsillo de quienes disfrutan diariamente de este alimento básico: el aumento del precio del pan.
El Presidente de la Cámara Nacional de la Industria del Pan en Durango no oculta la realidad que se cierne sobre este elemento esencial de nuestra dieta. Aunque tradicionalmente el invierno trae consigo un impulso en las ventas de pan, esta vez se avecina algo más que el calor reconfortante de un pan recién horneado: un probable incremento en su precio.
Este ajuste podría oscilar entre un 5% y un 10%, lo que se traduce en un aumento de 1 peso por cada pieza de pan. Detrás de esta modificación en la etiqueta de precio, se encuentra una figura clave: el azúcar. El componente dulce, esencial en la elaboración del pan, ha experimentado un aumento sostenido en las últimas semanas, desencadenando este ajuste inevitable.
La predicción es clara: esperamos ver este aumento antes de que termine el año, una noticia que podría generar preocupación en aquellos que ya sienten la presión económica de los tiempos actuales.
Además, el presidente añade un factor adicional al panorama: el nuevo salario mínimo. Este incremento, aunque visto como un alivio para algunos, también tiene el potencial de agitar las aguas de la inflación. Así, queda en suspense si la industria de la panificación experimentará otro aumento en respuesta a esta variación económica.
El pan, un elemento cotidiano, se ve afectado por las mareas de las condiciones económicas. Así, mientras el invierno se instala y el horno emite sus irresistibles aromas, los consumidores se enfrentan a la realidad de que este año, el pan caliente podría llegar con un precio más alto.