Ante los reclamos de padres de familia del Colegio González y Valencia, en donde se le ha solicitado al arzobispado que se investiguen las quejas que se tienen en contra del director de esa institución por diferentes irregularidades al interior de la misma, el padre Noé Soto, vocero de la Arquidiócesis, manifiestó que la Iglesia no tiene ninguna injerencia en ello, ya que solo presta las instalaciones, por lo tanto, los problemas que surjan corresponden a los directivos y son ellos quienes los deben resolver.