La Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción ha intensificado su ofensiva contra la corrupción del anterior sexenio, asegurando la residencia de Jesús Arturo "N", ex secretario de Finanzas y Administración. Este último, fugitivo desde septiembre de 2022, habitaba un inmueble situado en una de las áreas más cotizadas de la capital estatal.
La acción judicial, autorizada por un Juez de Control y Enjuiciamiento, es un paso decisivo en un caso que ha mantenido en vilo a la opinión pública y las autoridades por igual. Desde el momento en que asumió el cargo el actual gobernador, y coincidiendo con la huída del ahora imputado, el caso ha desvelado capas de una red de corrupción que parece extenderse más allá del propio Jesús Arturo "N".
Es imperativo recordar que este caso no sólo implica la fuga de un alto funcionario sino también incidentes concretos de corrupción capturados en plena acción. Un ejemplo de ello ocurrió el mismo día de la toma de protesta del actual gobernador, cuando una mujer fue arrestada en flagrancia mientras transportaba 1.6 millones de pesos en bolsas de plástico. Este evento desencadenó una serie de investigaciones que llevaron a la detención de un funcionario de nivel medio, considerado la mano derecha de Jesús Arturo "N".
La trama se adereza aún más con la presencia de alertas migratorias emitidas por el Instituto Nacional de Migración y notificaciones de la OCN INTERPOL en Washington, junto con notificaciones rojas de la Secretaría General de INTERPOL, lo que subraya la magnitud y el interés internacional en la captura del fugitivo.
A casi dos años de su huida, y con investigaciones en curso, el ex funcionario aún no se ha presentado para enfrentar las acusaciones, dejando un rastro de escándalos y preguntas sin respuesta. La sociedad duranguense, aún recuperándose del impacto de estas revelaciones, espera con impaciencia que se haga justicia y que este capítulo oscuro de su historia política pueda cerrarse definitivamente.