El presidente de la Asociación de Padres de Familia Estatal, Roberto Carlos Ramírez, ha expresado su aprobación hacia la iniciativa de regular el uso de teléfonos celulares en las aulas escolares. Esta regulación, según Ramírez, es vista como una medida positiva que podría contribuir a mejorar el ambiente educativo y a minimizar las distracciones durante el tiempo de clases. Sin embargo, también subrayó la importancia de detallar de manera precisa cómo se llevará a cabo esta regulación, especialmente en lo que respecta al resguardo de los dispositivos y las situaciones en las que su uso será permitido.
Ramírez destacó que, aunque la intención de la regulación es buena, es fundamental establecer un plan claro y bien definido para su implementación. Esto incluye especificar las medidas que se tomarán para asegurar que los celulares sean resguardados de manera segura mientras los estudiantes están en clase. La preocupación principal de los padres de familia es garantizar que los dispositivos, que a menudo son costosos, no se pierdan ni sean objeto de robos. Por lo tanto, la propuesta debe incluir un sistema de resguardo que ofrezca confianza tanto a los estudiantes como a los padres.
Asimismo, Ramírez mencionó que es crucial definir claramente en qué momentos y bajo qué circunstancias se permitirá el uso de los teléfonos celulares en las aulas. Aunque el objetivo principal es reducir las distracciones, también es importante reconocer que los dispositivos móviles pueden ser herramientas útiles para el aprendizaje. Por ejemplo, en situaciones donde se requiera buscar información rápidamente o utilizar aplicaciones educativas, los teléfonos celulares pueden desempeñar un papel positivo. Por lo tanto, la regulación debe ser flexible y considerar estas posibles excepciones.
Además, el presidente de la Asociación de Padres de Familia Estatal sugirió que la implementación de esta regulación debería ir acompañada de campañas informativas y educativas dirigidas tanto a los estudiantes como a los padres. Estas campañas podrían ayudar a concienciar sobre los beneficios de limitar el uso de dispositivos móviles durante las clases y a fomentar una actitud responsable hacia el uso de la tecnología. Asimismo, la colaboración entre docentes, padres y estudiantes será esencial para asegurar el éxito de esta iniciativa.
Ramírez también señaló que, aunque la regulación de los teléfonos celulares en las aulas es un paso importante, debe ser parte de un enfoque más amplio para mejorar el ambiente educativo. Esto incluye abordar otros factores que pueden afectar el rendimiento académico, como la infraestructura escolar, la capacitación de los maestros y el apoyo emocional y psicológico para los estudiantes.