La apertura de la frontera a la exportación de carne ha generado un impacto inmediato en el mercado local. Mientras que los precios de frutas y verduras se han mantenido estables en lo que va del año, la carne ha registrado aumentos significativos debido a la escasez de producto.
El alza de precios ha cambiado la dinámica en carnicerías y mercados. Comerciantes reportan una disminución en las ventas y algunos clientes han optado por reducir su consumo o sustituir la carne roja por otras opciones más accesibles.
Cortes como la arrachera han subido entre un 40 % y 50 %, mientras que otros han aumentado alrededor de un 20 %. Este encarecimiento afecta directamente a los consumidores. Antes, una familia de cuatro personas podía abastecerse en un mercado popular con 250 pesos; ahora, necesita más de 300 para la misma compra. Haciendo una comparativa del año pasado el kilo de res estaba en $192, en este 2025 el precio del kilo de carne de res es aproximadamente de $240.
Además del impacto en los hogares, los negocios que dependen de la carne, como taquerías y fondas, también han tenido que ajustar sus precios o modificar porciones para absorber el incremento en costos.
Productores y distribuidores señalan que la demanda en el extranjero ha elevado el precio del ganado, lo que reduce la oferta para el mercado interno. Aunque el gobierno ha anunciado medidas para contener los aumentos, la incertidumbre sigue entre consumidores y vendedores.
Mientras la exportación siga presionando la oferta nacional, el precio de la carne podría continuar al alza, afectando el poder adquisitivo de miles de familias y negocios locales.