En el municipio, se enfrenta una problemática persistente en algunas escuelas debido a su ubicación geográfica, lo que ha llevado a episodios de vandalismo. A pesar de los esfuerzos para proporcionar mantenimiento constante, las instalaciones siguen siendo objeto de afectaciones recurrentes. Un ejemplo claro de esta situación se evidencia en la Secundaria General Jaime Torres Bodet, localizada en la colonia Benjamín Méndez.
La secundaria, a pesar de recibir mantenimiento regular, ha sido víctima de actos vandálicos que han dejado huellas notables en su estructura. Tanto la fachada principal como la posterior de la institución han sufrido vandalización, siendo las pintas el principal medio utilizado para expresar este comportamiento destructivo. Este fenómeno no solo afecta la estética del plantel, sino que también crea un entorno desfavorable para el proceso educativo y el bienestar de la comunidad escolar.
La colonia Benjamín Méndez, donde se ubica la secundaria, enfrenta desafíos específicos que contribuyen a este problema. La ubicación geográfica puede influir en la exposición de la escuela a actividades vandálicas, haciendo que la institución sea más vulnerable a estos actos. La falta de vigilancia constante y medidas de seguridad adicionales pueden contribuir a la recurrencia de los incidentes de vandalismo.
Es crucial abordar este problema desde una perspectiva integral. Además de la reparación física de las instalaciones afectadas, es necesario implementar estrategias para prevenir futuros actos vandálicos. Esto podría incluir la instalación de sistemas de vigilancia, mayor presencia de seguridad en horarios específicos o la colaboración con la comunidad para fomentar un sentido de responsabilidad y cuidado hacia las instituciones educativas.
La participación activa de la comunidad es esencial para revertir esta situación. La concientización sobre el impacto negativo del vandalismo en el entorno escolar, así como la promoción de un sentido de pertenencia y respeto hacia las instalaciones educativas, pueden contribuir significativamente a reducir los actos vandálicos. Además, es necesario fortalecer la colaboración entre las autoridades educativas, la comunidad y las fuerzas del orden para implementar estrategias efectivas y sostenibles a largo plazo.