En el estado de Durango, un informe revela que el 15.3% de los estudiantes de secundaria y bachillerato ha consumido drogas en algún momento. **¿Qué?** Este dato forma parte de un estudio sobre el consumo de sustancias entre jóvenes, el cual destaca una prevalencia preocupante de uso de drogas y tabaco entre la población estudiantil. El informe, basado en datos de la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas y Trastornos Aditivos (ENCODAT) 2014-2015, muestra que el 12.6% de estos estudiantes ha utilizado drogas ilegales, con una incidencia mayor en los hombres (15.4%) en comparación con las mujeres (9.8%).
La población afectada son estudiantes de secundaria y bachillerato en Durango. Además, el informe destaca que el 32.8% de los jóvenes ha fumado tabaco, siendo los hombres los más afectados con un 36.5% de prevalencia. La tendencia de consumo de drogas inicia tempranamente, ya que el 40.8% de los jóvenes comienza entre los 13 y 14 años.
La información del estudio revela que el consumo de drogas y tabaco entre los jóvenes es un problema significativo, exacerbado por el acceso a sustancias como anfetaminas y metanfetaminas. En 2022, el Observatorio Mexicano de Salud Mental y Consumo de Drogas reportó que 167,905 personas en todo el país buscaron tratamiento por consumo de drogas. De estas, el 46.2% había utilizado Estimulantes de Tipo Anfetamínico (ETA), que incluyen anfetaminas y metanfetaminas.
Los datos más recientes del informe se basan en encuestas realizadas en años anteriores, como ENCODAT 2014-2015, y el aumento en el consumo de sustancias se ha observado especialmente en 2022, según el Observatorio Mexicano de Salud Mental y Consumo de Drogas.
El estudio y los datos se centran en la región de Durango, pero también abordan un problema más amplio que afecta a nivel nacional en México. La Encuesta Nacional de Adicciones de 2011 muestra que la percepción pública sobre el tratamiento de los adictos incluye propuestas que pueden ser contraproducentes, como el aislamiento en "granjas especiales", lo cual ha sido criticado por promover el abuso y maltrato.
El aumento en el consumo de drogas no discrimina por estrato social. Mientras que los jóvenes de clase media y alta recurren a tecnología y aplicaciones de mensajería para adquirir sustancias, aquellos de bajos recursos a menudo dependen de vendedores de calle. Este fenómeno resalta la importancia de priorizar el cuidado integral y buscar ayuda profesional ante cualquier sospecha de depresión o actitudes autolesionantes, para asegurar una intervención efectiva y apoyar la salud mental de los jóvenes.