Los bomberos de Durango recibieron un llamado de emergencia a través del 911 que reportaba una situación alarmante en la plaza comercial Paseo Durango. Según la llamada, un elevador se había quedado atascado con personas atrapadas en su interior, lo que generó una respuesta inmediata del cuerpo de bomberos para asistir a la emergencia.
Al llegar al lugar, los bomberos encontraron que la situación no era tan crítica como se había informado. Para su sorpresa, las personas que presuntamente estaban atrapadas ya habían salido del elevador sin mayores dificultades, y el elevador en cuestión no estaba en movimiento. Tras una breve inspección, el personal de mantenimiento de la plaza aclaró que el elevador no estaba funcionando en ese momento y que, de hecho, llevaba un tiempo fuera de servicio.
El personal de mantenimiento también explicó que el elevador en cuestión ya contaba con un letrero visible que indicaba que estaba fuera de servicio, con el propósito de evitar el uso accidental del mismo por parte de los visitantes de la plaza. No obstante, a pesar de esta señalización, se recibió el llamado de emergencia, lo que generó preocupación tanto en las personas que se encontraban en la plaza como en los equipos de emergencia que acudieron al lugar.
Afortunadamente, no se registraron personas lesionadas ni se reportaron incidentes graves relacionados con el elevador. Sin embargo, este incidente ha puesto de relieve la importancia de realizar llamadas de emergencia de manera responsable y precisa. Las autoridades y el cuerpo de bomberos han insistido en que las llamadas falsas o exageradas pueden desviar recursos valiosos de situaciones que realmente necesitan atención urgente, poniendo en riesgo la seguridad de otras personas que podrían estar en peligro real.
En este sentido, los bomberos de Durango han emitido un comunicado instando a la población a evitar realizar llamadas de emergencia innecesarias o engañosas. Recordaron que el 911 es un recurso vital para la comunidad, y su uso indebido no solo es una violación de la ley, sino que también puede tener consecuencias graves para quienes realmente necesitan ayuda.
Tras el incidente, la administración de la plaza comercial ha reforzado la señalización en torno al elevador fuera de servicio, asegurando que los letreros sean claramente visibles para todos los visitantes. Además, se ha comprometido a revisar y mejorar los procedimientos de comunicación interna para garantizar que cualquier problema relacionado con la infraestructura de la plaza se aborde de manera efectiva y oportuna, minimizando el riesgo de malentendidos o llamadas de emergencia innecesarias.
Este episodio sirve como un recordatorio para la comunidad sobre la importancia de utilizar los servicios de emergencia de manera responsable y de prestar atención a las señales y advertencias en lugares públicos para garantizar la seguridad de todos.