El sector restaurantero ha experimentado una disminución en sus ventas de entre un 10% y un 20% en los últimos meses, afectando la estabilidad de varios establecimientos, según indicó la presidenta de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (CANIRAC), Adriana Porras. Aunque la afluencia es considerable durante los fines de semana, alcanzando entre un 70% y un 80% de ocupación, la situación cambia durante la semana, donde los niveles caen al 50%.
Porras destacó que, a pesar de esta caída, los restaurantes han recurrido a ofrecer menús especiales para la temporada de cuaresma, con el objetivo de atraer a más clientes. Estos menús, si bien han ayudado a incrementar la afluencia, no han logrado contrarrestar la baja general en las ventas. La reducción de ingresos ha generado una presión adicional sobre los empresarios del ramo, que se han visto obligados a hacer ajustes operativos, como la eliminación de algunos puestos de trabajo, para poder seguir operando.
La situación ha sido complicada, pero el sector tiene la esperanza de que la Semana Santa pueda generar un repunte en las ventas. Este período, de alta demanda turística, se espera que permita a los restaurantes recuperar parte de las pérdidas sufridas durante los meses anteriores. La alta afluencia de turistas y locales en las vacaciones podría aliviar las dificultades económicas actuales y permitir que los establecimientos mantengan su funcionamiento sin mayores contratiempos.
A pesar de los retos, los empresarios restauranteros siguen trabajando para adaptarse a los cambios en los hábitos de consumo, con la expectativa de que las condiciones mejoren en el corto plazo. El sector mantiene la mirada puesta en Semana Santa como una oportunidad crucial para mejorar la situación económica y continuar operando con mayor estabilidad.