La calidad del agua en Durango capital está bajo cuestionamiento debido a niveles de arsénico y flúor que superan, en algunos casos, hasta cuatro veces los límites establecidos por el Gobierno Federal. Aunque las autoridades municipales aseguran que el agua es apta para consumo humano, expertos en salud y manejo de agua alertan sobre los riesgos que implica su consumo prolongado.
El Dr. Esteban Aguilar, Director de Salud Pública Municipal, explicó que ni hervir ni clorar el agua elimina estos contaminantes. "Solo mediante ósmosis inversa, un proceso caro y especializado, se pueden reducir los niveles de arsénico y flúor", señaló. Esto coloca a las familias en una situación compleja, obligándolas a recurrir al agua purificada, cuyos costos no siempre son accesibles. Aunque afirma que "consumir agua de la llave en Durango, no es peligroso". Declaración sin duda muy aventurada.
El Dr. Eduardo Sánchez Ortíz, Director del CIIDIR Durango, criticó la falta de atención a los estudios científicos que desde hace años alertan sobre el problema. Según Sánchez, la postura de minimizar los hallazgos es preocupante y refleja un enfoque "negacionista" por parte de las autoridades locales, postura compartida por el Ing. Rodolfo Corrujedo, Director de Aguas del Municipio de Durango.
La Diputada Local Cynthia Hernández advirtió que este tema afecta directamente la salud de más de 600 mil duranguenses. "Se trata de un problema grave que pone en riesgo la calidad de vida de la población. Es urgente que se implementen medidas concretas para garantizar agua segura", afirmó.
El problema no solo está relacionado con la salud, sino también con la gestión de los recursos hídricos y la transparencia de las autoridades. Mientras tanto, miles de familias continúan expuestas a contaminantes que pueden generar enfermedades graves. Este caso plantea la necesidad de priorizar soluciones técnicas, como plantas de tratamiento adecuadas, y de fortalecer la vigilancia sanitaria para proteger a la población.