Cada año, miles de mujeres enfrentan un diagnóstico que pudo haberse evitado. El cáncer cervicouterino, causado en la mayoría de los casos por el virus del papiloma humano (VPH), sigue siendo la segunda causa de muerte por cáncer entre la población femenina del país.
El VPH se transmite por contacto sexual y afecta a ocho de cada diez personas en algún momento de su vida, tanto a hombres como a mujeres. Aunque en la mayoría de los casos la infección desaparece sin consecuencias, una de cada mil mujeres puede desarrollar cáncer si no se detecta y atiende a tiempo.
En México anualmente se estima una ocurrencia de 13,960 casos en mujeres, con una incidencia de 23.3 casos por 100,000 mujeres En el Estado de Durango, Dgo se reportó una tasa de 6.4 según el INEGI.
El cáncer de cuello uterino es la única neoplasia prevenible al 100%, mediante:
La forma más eficaz de prevenirlo es la vacunación. La vacuna contra el VPH protege contra los tipos de virus que con mayor frecuencia causan cáncer. Las autoridades sanitarias recomiendan su aplicación en niñas de entre 9 y 14 años, antes del inicio de la vida sexual. Esta medida ha demostrado reducir de forma significativa los riesgos de desarrollar la enfermedad.
Pese a la disponibilidad de la vacuna, la cobertura de vacunación sigue siendo baja en algunas regiones. La prevención sigue siendo la herramienta más efectiva. Vacunar a tiempo, realizar pruebas de detección y tener acceso a atención médica son pasos clave para reducir la carga de este tipo de cáncer en México.