Durango enfrenta una situación de riesgo latente con las ráfagas de viento que superan los 50 km/h, poniendo en jaque a estructuras vulnerables dentro de la ciudad. Esta problemática ha llevado a las autoridades locales a intensificar la vigilancia sobre aquellas edificaciones en peligro inminente de colapso. Norma Miramontes, directora de Desarrollo Económico, ha sido enfática al señalar la complejidad de esta tarea, dada la titularidad privada de las propiedades afectadas. A pesar de que los propietarios están al corriente con sus obligaciones fiscales, como el pago del predial, la seguridad de la infraestructura no puede ser garantizada sin una intervención directa.
Este desafío no es menor: implica no solo la integridad de los inmuebles y la seguridad de sus ocupantes, sino también la salvaguarda del patrimonio urbano y la vida cotidiana de la ciudad. Miramontes ha subrayado la importancia de mantener un monitoreo constante y la implementación de medidas precautorias para mitigar el riesgo de desastre. La situación exige una gestión equilibrada entre el respeto a la propiedad privada y la imperiosa necesidad de proteger el bien común.
La dinámica del clima en Durango, marcada por sus característicos vientos fuertes, convierte esta tarea en una prioridad para la administración municipal. La directora ha hecho un llamado a la conciencia y colaboración de los dueños de estas estructuras, instándoles a sumarse a los esfuerzos preventivos que desde el gobierno se están promoviendo. La colaboración entre ciudadanía y autoridades se perfila como el camino más efectivo para afrontar este desafío.
La administración de Miramontes trabaja bajo la premisa de que la prevención y la responsabilidad compartida son esenciales para minimizar los riesgos. En esta tarea, la comunicación constante, el análisis técnico y la toma de decisiones informadas son fundamentales. Durango, con su rica historia y su patrimonio arquitectónico, se encuentra en un punto crítico donde la acción colectiva es indispensable para preservar su integridad y asegurar el bienestar de sus habitantes.