El tema de las adicciones es complejo y multifacético. En México, muchas personas enfrentan más de una adicción, como las relacionadas con el consumo de drogas y el alcohol. Estas adicciones suelen estar interconectadas, ya que en los lugares donde se adquiere una sustancia, frecuentemente se puede acceder a otras, como señaló un experto en rehabilitación en un reciente informe sobre el tema. El consumo de sustancias se ha incrementado en personas de entre 18 y 34 años, siendo el cristal una de las drogas más consumidas.
Según la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco (ENCODAT), el 15% de los jóvenes en este rango de edad ha consumido drogas alguna vez en su vida. En el último año, el 5% de la población ha reportado consumo, y en el último mes, el porcentaje es del 2.7%. Estos datos revelan un problema de salud pública que requiere atención urgente.
Además de las adicciones a sustancias, la ludopatía es otro problema creciente en el país. Esta adicción a los juegos de azar ha estado presente en la cultura mexicana durante décadas, pero lamentablemente, no ha recibido la atención necesaria. Los ludópatas comparten características similares, como la creencia de que las pérdidas no son permanentes y que eventualmente recuperarán todo lo perdido, lo que alimenta la conducta adictiva. A pesar de los retos que presenta la ludopatía, existe la posibilidad de recuperación. Expertos en el campo recomiendan que los afectados busquen ayuda especializada para salir adelante.
La recuperación de las adicciones no es fácil y, según estadísticas recientes, solo 1 de cada 10 personas logra rehabilitarse completamente. Esto significa que la mayoría de los adictos recaen en su consumo, ya sea en la misma sustancia o en otras. No obstante, los especialistas enfatizan que salir de una adicción es posible siempre y cuando exista un compromiso genuino por parte del individuo para recibir tratamiento y apoyo.
El proceso de rehabilitación varía de una persona a otra, ya que cada caso es único. Sin embargo, es común que los programas de recuperación sean personalizados para abordar las necesidades específicas de cada adicto. Con la orientación adecuada y la voluntad de cambiar, muchas personas logran dejar atrás sus adicciones y recuperar el control de sus vidas. Es fundamental que las personas que enfrentan estos problemas no lo hagan solas, sino que confíen en los especialistas y busquen la ayuda necesaria para superar sus adicciones.