Comerciantes denuncian venta masiva de espacios en Nombre de Dios
La presidenta de CANACOPE en Durango, Beatriz Zamora, denunció la venta total de los espacios comerciales en el municipio de Nombre de Dios a una sola persona, un hecho que ha generado indignación entre los comerciantes locales. Este municipio, catalogado como Pueblo Mágico, se prepara para recibir a una gran cantidad de turistas durante la Semana Santa, pero la decisión de las autoridades municipales ha dejado a 500 comerciantes fuera del tradicional evento.
Zamora explicó que algunos comerciantes ya habían pagado sus permisos para participar en las actividades, pero ahora se les exige un nuevo pago debido a que todos los espacios fueron vendidos a un particular. Este nuevo intermediario ha incrementado los costos de los espacios comerciales, llegando a triplicarlos, con precios que alcanzan hasta 1,400 pesos por lugar.
"Es un golpe duro para quienes han asistido a Nombre de Dios durante 10 o 15 años para ofrecer sus productos. Ahora se sienten desplazados y fuera de la jugada", expresó la líder de los comerciantes. Ante esta situación, Zamora aseguró que buscará reunirse con la presidenta municipal de Nombre de Dios para conocer su postura y exigir una solución que respete los derechos de los comerciantes tradicionales.
El conflicto se da en un contexto donde la actividad comercial local es fundamental para la economía de los pequeños comerciantes, quienes dependen de eventos turísticos para obtener ingresos significativos. Zamora subrayó que los comerciantes afectados le han solicitado apoyo para representar sus intereses en la capital del estado y evitar que sean desplazados por decisiones arbitrarias.
El municipio de Nombre de Dios es considerado el lugar donde inició Durango, pues al menos un año antes de que se fundara Durango, hace 460 años, ya estaban los españoles en este lugar. Su importancia es mucha y de ahí que los comerciantes sientan que se les está quitando una gran oportunidad de negocios.
La preocupación aumenta al considerar que los precios más altos podrían limitar la participación de los pequeños comerciantes, quienes ven en estas actividades una oportunidad para sostenerse económicamente
