Crédito al consumo, el gran monstruo de la economía familiar.
En un país donde la figura icónica de Pedro Infante parece dictar las decisiones financieras de la población, la cultura financiera de los mexicanos se enfrenta a desafíos abrumadores. La falta de planificación de los gastos mensuales y la tendencia a vivir al día, sin considerar un presupuesto, son dos de los mayores obstáculos que socavan la estabilidad económica de los ciudadanos. Este problema se agrava aún más cuando se recurre a préstamos para hacer frente a los gastos cotidianos.
Los expertos financieros, como el delegado de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF) en Durango, Mario Alberto Albidrez Cordero, destacan la importancia de utilizar tarjetas de crédito de manera responsable. La recomendación es simple pero fundamental: ser un usuario "totalero". Esto significa consumir durante el mes no más del 50% del límite de crédito disponible y, en la fecha de pago o incluso antes, liquidar la totalidad del saldo. Sin embargo, alarmantemente, aproximadamente el 80% de los mexicanos no siguen esta regla básica de administración financiera.
El peligro financiero no reside únicamente en la acumulación de deudas, sino también en los intereses que se suman al saldo pendiente, los cuales rara vez son baratos. Es crucial para los usuarios de servicios bancarios conocer las condiciones y los costos asociados con las tarjetas de crédito, y buscar instituciones que ofrezcan términos y condiciones más favorables. En este sentido, la CONDUSEF brinda apoyo a los consumidores para tomar decisiones financieras informadas y prudentes.
No obstante, la responsabilidad recae en los hombros de los usuarios. En muchos casos, una porción significativa de los salarios no se destina para vivir, sino para saldar deudas acumuladas. La necesidad de un cambio de mentalidad y de un enfoque más sensato en la gestión financiera es innegable. El camino hacia una cultura financiera sólida implica la educación, la conciencia y la responsabilidad de cada individuo para cuidar su capacidad de endeudamiento y vivir una vida económica más saludable.
La influencia de Pedro Infante, una figura venerada en la cultura popular mexicana, no puede ser la guía exclusiva en cuestiones financieras. Es hora de que los mexicanos tomen el control de su bienestar financiero, aprendan a administrar sus recursos de manera efectiva y eviten caer en la trampa de la deuda perpetua que socava el presente y el futuro de muchas familias en el país.