Durango atraviesa una situación económica difícil, donde la falta de circulante y los salarios insuficientes han llevado a un aumento significativo en el uso de tarjetas de crédito. Blanca Estela Castro, presidenta de COPARMEX y representante del sector restaurantero, destaca que esta tendencia es preocupante, especialmente para aquellos que ofrecen servicios en la ciudad.
El uso de tarjetas de crédito se ha generalizado en Durango, reflejando una dependencia cada vez mayor del crédito al consumo. A nivel nacional, los pagos con tarjeta de crédito en junio sumaron 312 mil 704 millones de pesos. Sin embargo, lo alarmante es el crecimiento de la cartera vencida, que ha aumentado un 64.1%, marcando el mayor incremento desde la pandemia de COVID-19 en 2020.
Según datos de FINTECH, el 52.8% de los tarjetahabientes pagan solo el monto mínimo mensual, lo cual es indicativo de una falta de educación financiera y la incapacidad de elaborar un presupuesto adecuado. Este comportamiento financiero pone en riesgo la estabilidad económica de muchas familias y alerta a las instituciones bancarias sobre el creciente problema de morosidad.
Los malos hábitos financieros que predominan en la población son preocupantes. Entre los más comunes se encuentran las compras compulsivas, la falta de un presupuesto, no registrar los gastos diarios, gastar más de lo que se gana, incurrir en gastos innecesarios y no tener un fondo de ahorro para emergencias. Estos hábitos contribuyen a la trampa del crédito al consumo, que puede llevar a una espiral de deuda difícil de manejar.
La situación económica de Durango requiere una atención urgente y medidas efectivas para mejorar la educación financiera de la población. Es fundamental que se promuevan prácticas financieras saludables y que se ofrezcan recursos para ayudar a las personas a gestionar mejor su dinero. Los comercios y prestadores de servicios también deben adaptarse a esta realidad, buscando formas de incentivar el pago en efectivo y promoviendo el uso responsable del crédito.
La colaboración entre autoridades, instituciones financieras y organizaciones empresariales será clave para enfrentar este desafío y buscar soluciones que permitan a los duranguenses mejorar su situación económica y evitar caer en trampas financieras.