En menos de 24 horas cruzan por la frontera de San Luis Rio Colorado 36 camiones con aproximadamente 1150 migrantes con rumbo a Tijuana, Baja California, entre los que viajan niños, adultos y personas de edad avanzada con la ilusión de llegar a su destino y solicitar asilo político a estados unidos.
La frontera de San Luis Río Colorado aunque es una ciudad donde también pueden pedir asilo político y aproximadamente 30 pases diarios ofrecen las autoridades aduanales estadounidenses, aún no se ha visto abarrotada por migrantes, se mantiene un aproximado de 45 familias que aun esperan su turno en la línea.
Por su parte según reporte de inmigración Mexicana señala que en abril se tiene un registro de hasta 1800 personas deportadas, hoy en días 500 por mes han atendido. De esos deportados esta semana se contempla 6 migrantes Centroamericanos que por decisión propia se entregaron y pidieron su deportación a su país.
En el transcurso de trayectoria del viaje cada gobernador en su estado apoya la caravana para que salgan de su territorio, se coordinan todas las corporaciones de seguridad federales, estatales y municipales así como el Instituto Nacional de Migración (INM), con el propósito de vigilar que ningún migrante se baje o se quede en ningún estado y si esto llegara a suceder pierden sus derecho y son deportados a su lugar de origen.
Hasta en el cielo podemos observar la vigilancia a través de avionetas que cada cierto tiempo, vuelan la franja fronteriza para impedir la entrada a ninguna persona, a pesar de las de declaraciones de Donald Trump de militarizar las fronteras, aquí en esta zona fronteriza a simple vista no se aprecian militares, sin embargo otra de las medidas es la seguridad virtual.