Arlina Adame ha brindado detalles sobre el proceso de su denuncia por violencia política de género, señalando que, a pesar de haber presentada la denuncia, los actos de descalificación y violencia política persisten. Adame ha mencionado que continúa asistiendo a las sesiones de cabildo, pero se le ha negado la posibilidad de formar parte de cualquier comisión, lo cual considera un acto discriminatorio y una violación a sus derechos.
Según Adame, a pesar de que se ha mencionado públicamente que se le ha ofrecido la oportunidad de integrarse a una comisión durante las sesiones de cabildo, en ningún momento ha recibido una oferta oficial al respecto. En su opinión, las invitaciones informales durante las sesiones no constituyen una forma adecuada de realizar dicha propuesta, y considera que los miembros del cabildo son plenamente conscientes de esta situación.
La situación expuesta por Arlina Adame resalta la importancia de abordar de manera seria y efectiva el problema de la violencia política por razón de género en los ámbitos gubernamentales y de representación. La exclusión de Adame de las comisiones del cabildo a pesar de su participación activa en las sesiones constituye una clara manifestación de discriminación y un obstáculo para su pleno desarrollo profesional y participación política.
Es fundamental que las instituciones y los órganos de gobierno adopten medidas concretas para prevenir y erradicar la violencia política de género, así como para garantizar la igualdad de oportunidades y el respeto a los derechos de todas las personas, independientemente de su género u orientación sexual. La creación de protocolos y mecanismos de denuncia de efectivo, así como la sensibilización y capacitación del personal, son pasos necesarios para promover entornos inclusivos y libres de discriminación.
La experiencia de Arlina Adame subraya la importancia de promover una cultura institucional basada en el respeto a la diversidad y la igualdad de género. La inclusión de mujeres en los espacios de toma de decisiones y la garantía de su participación activa y significativa son aspectos clave para la construcción de sociedades más justas y equitativas.