En un operativo de vigilancia realizado por la Policía Municipal, Geovani Alfonso "N", un joven de 19 años, fue detenido por presunto robo en un negocio ubicado en el Fraccionamiento La Forestal. La detención ocurrió en la avenida Lázaro Cárdenas, en la esquina con la calle Libertad, cuando un hombre acusó a Geovani de haber sustraído sin autorización un tanque de gas de un puesto de gorditas. Esta acción generó la inmediata intervención de las autoridades, quienes llevaron al joven a la estación Oriente para iniciar los trámites correspondientes.
La situación se complicó aún más, ya que el robo de un tanque de gas en un negocio pequeño afecta no solo al propietario del establecimiento, sino también a la comunidad que depende de esos productos. Los testigos indicaron que el joven se comportó de manera sospechosa en el área antes de ser detenido. La acción de la policía fue bien recibida por los comerciantes locales, quienes expresaron su preocupación por la seguridad en el fraccionamiento y la necesidad de mantener el orden público.
En otro incidente, un menor de edad fue detenido en la calle Prolongación Cuauhtémoc, entre Andador Mixes y Tepehuanos, en el Fraccionamiento Huizache. La policía municipal lo arrestó por alterar el orden público. Al momento de su ingreso a la estación, el menor no presentaba lesiones visibles y se encontraba en estado normal, según el certificado médico correspondiente. Este tipo de detenciones son preocupantes, ya que reflejan problemas más profundos en la comunidad, como la falta de supervisión y apoyo a los jóvenes.
Además, Rodrigo Gabriel, de 41 años, fue arrestado en la calle Turquesa, entre Granzón y Ópalo, en el Fraccionamiento San Luis, por alterar el orden público y consumir drogas en la vía pública. La policía lo detuvo en un estado evidente de intoxicación por el uso de cristal, un tipo de droga muy problemático en la zona. Según el certificado médico emitido al momento de su ingreso, no presentaba lesiones y fue diagnosticado con intoxicación. Rodrigo fue llevado a los separos para continuar con el proceso correspondiente.
Estos incidentes ponen de manifiesto la necesidad urgente de abordar los problemas de seguridad y el consumo de drogas en la comunidad. La Policía Municipal está comprometida en su labor de vigilancia y prevención, pero también se requiere la colaboración de la sociedad para crear un entorno más seguro para todos. La intervención rápida y efectiva de las autoridades en estos casos es crucial para evitar que la situación se deteriore aún más y para proteger a los ciudadanos que solo desean vivir en paz en sus fraccionamientos.