En diferentes incidentes ocurridos en la ciudad, las autoridades han llevado a cabo varias detenciones relacionadas con alteraciones del orden público.
En la primera intervención, Ricardo, de 33 años, fue arrestado el pasado martes en la calle Santa Socorro, situada entre San Juan y San José, en la colonia San Carlos. Ricardo fue detenido por alterar el orden público y por insultar a los oficiales que lo arrestaron. Al momento de su detención, Ricardo se encontraba en segundo grado de ebriedad, según el diagnóstico médico realizado por los profesionales en el lugar. Afortunadamente, el detenido no presentaba lesiones al momento de su ingreso a las instalaciones policiales. Los oficiales procedieron con el protocolo estándar para este tipo de situaciones, asegurándose de mantener la seguridad y el orden durante el proceso.
En otro incidente ocurrido el jueves, las autoridades detuvieron a tres mujeres en la calle Progreso, entre 5 de Febrero y Pino Suárez, en la Zona Centro. Las detenidas fueron identificadas como Paola Karina, de 41 años, Karla Ivonne, de 32 años, y María Reyes, de 54 años. Las mujeres fueron arrestadas por alterar el orden público al dirigirse con frases y ademanes groseros hacia varios paseantes. Al igual que Ricardo, las tres mujeres ingresaron a las instalaciones policiales sin presentar lesiones. Según los certificados médicos, su estado de salud al momento del arresto era normal, sin evidencias de problemas físicos graves.
Finalmente, el lunes, Ruth Lorena, de 48 años, fue detenida en el Boulevard Dolores del Río, en su cruce con Francisco I. Madero, en la Zona Centro. Ruth fue arrestada por alterar el orden público. Durante el proceso de su detención, presentó golpes en el abdomen y tórax, y un marcado aliento alcohólico. El certificado médico indicó que Ruth Lorena no estaba en condiciones adecuadas para permanecer en celdas debido a posibles trastornos psiquiátricos. Los agentes, siguiendo el protocolo correspondiente, aseguraron que Ruth recibiera la atención adecuada para su situación, priorizando su cuidado y seguridad en todo momento.
Estos incidentes reflejan la variedad de situaciones con las que las autoridades locales deben lidiar diariamente, abarcando desde alteraciones menores del orden público hasta casos que requieren atención médica especializada. Las intervenciones de la policía se ajustan a los protocolos establecidos para garantizar el bienestar tanto de los individuos involucrados como de la comunidad en general.