El Día Mundial del Agua se celebra anualmente el 22 de marzo desde 1993, una fecha establecida por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 22 de diciembre de 1992. Este año, bajo el lema "Agua por la paz y la prosperidad", se busca concienciar sobre la importancia del acceso al agua potable, especialmente en un mundo donde el 25% de la población aún carece de este recurso vital.
Uno de los aspectos fundamentales relacionados con el abastecimiento de agua es el cuidado de los bosques y la naturaleza. La salud de estos ecosistemas influye directamente en la disponibilidad y calidad del agua, por lo que su conservación es crucial para garantizar un suministro adecuado en el futuro.
Es importante recordar siempre la importancia de cuidar el agua, ya que nunca se sabe cuándo podríamos enfrentarnos a una escasez de este recurso vital. En este sentido, es necesario promover prácticas de uso responsable y eficiente del agua en todos los ámbitos de la vida cotidiana.
En el caso específico de la Ciudad de México, se enfrenta a un grave problema de estrés hídrico, siendo el tercer estado con mayor nivel de estrés hídrico en el país. Según las estimaciones de la ONU, la capital llegaría al "Día Cero" de agua en 2028, lo que implicaría un racionamiento del líquido vital.
En Durango, el mantenimiento de la infraestructura para la distribución del agua se realiza principalmente con recursos propios. Sin embargo, se enfrenta a desafíos significativos debido a la insuficiencia y el deterioro de las tuberías existentes, lo que agrava el problema del abastecimiento de agua en la región.
Además, la sequía en México está en aumento y se prevé que la situación se agrave a partir de 2024, lo que subraya la urgencia de tomar medidas para enfrentar esta crisis hídrica. Es fundamental adoptar políticas y prácticas sostenibles de gestión del agua, así como invertir en infraestructura y tecnologías que promuevan la conservación y el uso eficiente de este recurso vital.