Diputados, la transparencia que no se da.

El Congreso del Estado de Durango ha asignado para 2024 un presupuesto total de 475,933,750 pesos, de los cuales 333 millones se destinan directamente a la Cámara de Diputados. Cada diputado local percibe un sueldo mensual de 78,830 pesos, una cifra que, si bien es superior al salario de otros diputados locales en el país, como los de Chihuahua que ganan 38 mil pesos, está por debajo de los 100 mil pesos mensuales que perciben los legisladores en Guanajuato, el estado que mejor paga a sus diputados.

Sin embargo, lo que más preocupa a la ciudadanía no es tanto el salario de los diputados, sino la falta de transparencia en el uso de los fondos asignados para gestión y apoyo legislativo. A pesar de que se sabe que estos recursos existen, no hay información detallada ni desgloses públicos sobre cómo se utilizan. Esto genera desconfianza y abre la puerta a la discrecionalidad en el manejo de recursos, lo que afecta la percepción que la población tiene sobre sus legisladores.

Uno de los puntos más polémicos es el uso de los fondos para gastos de representación y la contratación de asesores, rubros en los que tampoco se cuenta con una explicación clara de cómo se asignan y distribuyen. Esta opacidad alimenta la crítica pública hacia los diputados locales, quienes, a pesar de contar con altos salarios en comparación con la mayoría de los trabajadores, parecen estar desconectados de las expectativas ciudadanas en cuanto a rendición de cuentas.

En la más reciente Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana, los diputados locales de Durango se ubicaron en el penúltimo lugar en cuanto a confianza pública, solo por encima de los partidos políticos y las policías, lo que resalta la urgente necesidad de mejorar la transparencia y rendición de cuentas en el Congreso local.