Sobre el bulevar José María Patoni y bulevar Juan Pablo II, muy cerca del Hospital 450, entre semana usted podrá observa a don Feliciano, de 57 años de edad, en su silla de ruedas transitando en medio de los autos que se paran en el semáforo solicitandoles algo de ayuda, ya que aproximadamente hace dos años tuvieron que amputarle su pierna derecha debido a complicaciones con la diabetes.
Complicaciones que también lo hicieron perder su anterior empleo que desempeñaba como guardía de seguridad en una empresa.
Ahora, nos comenta que no le quedó de otra más que seguir trabajando para sustentar a su familia.
Actualmente vive con su esposa y cuenta con tres hijos "que ya hicieron su vida".
Hace un llamado a toda la sociedad duranguense a que lo apoye con su situación. Su actual silla de ruedas ya se encuentra desgastada y se le dificulta mucho trasladarse de una zona a otra, por lo que requiere una nueva.
De cualquier forma, nos comenta muy sonriente, "cualquier ayuda es buena".