En una pequeña casa de la colonia La Ponderosa, una familia de seis integrantes enfrenta una crisis económica que parece no tener salida. María Hernández, de 66 años, lidera el hogar en medio de una situación que describe como desesperante. A pesar de que su esposo y dos de sus hijos trabajan, los ingresos no alcanzan para cubrir las necesidades básicas. Hay días en los que comprar comida no es posible, y la incertidumbre de no saber si al día siguiente tendrán algo para sobrevivir.
El terreno donde viven aún no está pagado, lo que añade presión a su delicada situación. Pero para María, lo más alarmante es su estado de salud. Vive con diabetes, asma e hipertensión, enfermedades que no puede controlar adecuadamente debido a la falta de recursos para consultar a un médico especializado. Aunque recibe medicamentos del centro de salud, no es suficiente para mantener su salud estable, algo que le afecta cada vez más.
Con sus limitadas fuerzas, María realiza pequeños mandatos para vecinos con la esperanza de generar un ingreso extra. Sin embargo, este esfuerzo apenas logra aliviar las carencias del día a día. La ausencia de apoyo institucional y la precariedad han dejado a esta familia atrapada en una lucha constante por salir adelante en un panorama sin oportunidades.
La situación de María y su familia refleja una realidad que viven muchas personas en condiciones de pobreza extrema. María hace un llamado urgente a quienes puedan colaborar para mejorar su situación. Para quienes deseen brindar apoyo y marcar una diferencia en su vida, pueden comunicarse al número 6182684966.