La drogadicción representa uno de los problemas sociales más desafiantes de erradicar en Durango, y lugares como el fraccionamiento Río Dorado no son la excepción. Recientemente, se reportó que dos menores fueron detectados bajo los efectos de la marihuana, y los adultos a cargo de ellos también estaban en la misma situación. Esta situación confirma lo que muchas personas ya comentaban: Río Dorado, dadas sus condiciones económicas y sociales, es uno de los lugares donde se ha observado un aumento en los casos de drogadicción en los últimos tiempos.
La concentración de personas en Río Dorado, junto con su situación económica y social, ha creado un entorno propicio para el consumo de drogas. Esto representa un desafío significativo para las escuelas de la zona, que tienen la difícil tarea de prevenir que los estudiantes caigan bajo la influencia de las drogas y abandonen sus estudios.
Es importante reconocer que Río Dorado es un lugar al que llegan personas de diferentes partes del estado e incluso del país, lo que lo convierte en un crisol de culturas y formas de pensar. Esta diversidad puede influir en la percepción y el consumo de drogas entre los residentes y los jóvenes de la comunidad.
Las escuelas y las autoridades locales deben trabajar en estrecha colaboración con las familias y la comunidad en general para abordar el problema de la drogadicción de manera integral. Esto incluye la implementación de programas de prevención temprana, el acceso a servicios de salud mental y tratamiento para personas con problemas de adicción, así como la promoción de actividades recreativas y deportivas que alejen a los jóvenes de las drogas y fomenten un estilo de vida saludable.
Además, es fundamental sensibilizar a la comunidad sobre los riesgos y las consecuencias del consumo de drogas, así como desterrar los estigmas asociados con la adicción para garantizar que aquellos que necesitan ayuda reciban el apoyo necesario sin temor al juicio o la discriminación.