Nayeli Victorino, presidenta de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (CANACO), enfatizó con certeza que Durango ostenta las condiciones necesarias para competir en igualdad con cualquier otro estado. Según su perspicaz visión, la entidad no solo está preparada, sino que también sobresale en aspectos fundamentales que favorecen la atracción y retención de inversiones internacionales.
En primer lugar, la infraestructura que caracteriza a Durango es un activo que potencia su posición en el escenario económico. Carreteras modernas y eficientes, así como una red de comunicaciones robusta, enriquecen la conectividad de la región. Esta conectividad vital facilita la distribución de productos y servicios a nivel local, nacional e internacional, constituyendo un elemento primordial para atraer inversiones que busquen operar con fluidez en diversos mercados.
La riqueza de recursos humanos es otro componente esencial que subraya Victorino. La mano de obra en Durango se distingue por su talento, diversidad y habilidades. Los habitantes de la región aportan una combinación única de destrezas y experiencia en diversos campos, desde la fabricación hasta la tecnología y los servicios. Esta riqueza de recursos humanos proporciona a las empresas una base sólida sobre la cual edificar su éxito y crecimiento.
En paralelo, la disponibilidad de recursos materiales y naturales refuerza la atractiva propuesta de inversión en Durango. La región posee una rica diversidad de materias primas y recursos naturales que pueden ser aprovechados en diversas industrias, desde la agroindustria hasta la minería. Esta abundancia de recursos brinda a las empresas la posibilidad de desarrollar operaciones sustentables y rentables en un entorno propicio.
La presidenta de CANACO destaca, además, la convicción local por fomentar un clima de negocios favorable. Las autoridades y actores empresariales de Durango han trabajado increíblemente para establecer un marco normativo claro y atractivo que promueva la inversión extranjera. La estabilidad jurídica y la voluntad de colaboración entre el sector público y privado han contribuido a generar un ambiente propicio para el crecimiento empresarial y el desarrollo económico.