Mary Palma, la representante de la Asociación de Zoológicos, Criaderos y Acuarios de México, AC, ha destacado la capacidad excepcional del Zoológico de Durango para albergar y proteger diversas especies que han sido rescatadas, muchas de las cuales se consideran exóticas. Estas criaturas, provenientes del tráfico ilegal de especies, se enfrentan a una realidad desafiante: el comercio clandestino y la pérdida de su hábitat natural las colocando en una situación vulnerable. Sin embargo, gracias a los esfuerzos del zoológico y las colaboraciones establecidas, estas especies tienen la oportunidad de encontrar un refugio seguro y cuidado adecuado.
La labor del Zoológico de Durango no se limita simplemente a exhibir animales exóticos; su misión trasciende el entretenimiento. Se dedica a la conservación y educación, ofreciendo a los visitantes la oportunidad de aprender sobre la diversidad de la vida animal y la importancia de preservarla. La existencia de estas especies rescatadas en el zoológico no solo es testimonio de su capacidad para adaptarse y sobrevivir, sino también un recordatorio del papel fundamental que desempeñan los zoológicos en la protección de la fauna y la flora.
Los acuerdos establecidos entre la Asociación de Zoológicos, Criaderos y Acuarios de México, AC, y el Zoológico de Durango son vitales en esta lucha por la conservación. Estos acuerdos no solo brindan apoyo financiero y logístico, sino que también fomentan la colaboración entre diferentes instituciones, uniendo fuerzas para proteger a estas especies vulnerables. La experiencia y el conocimiento compartido entre los miembros de la asociación y el personal del zoológico son invaluables en el cuidado y la rehabilitación de estos animales rescatados.
Además de su función de conservación, el zoológico también desempeña un papel crucial en la sensibilización pública. Las interacciones cercanas con estos animales exóticos permiten a los visitantes conectarse emocionalmente con la vida silvestre, inspirando un profundo respeto por la naturaleza y generando conciencia sobre los desafíos que enfrentan las especies en peligro de extinción.
La labor del Zoológico de Durango no solo se traduce en la protección de los animales rescatados, sino también en la promoción de la convivencia armoniosa entre los seres humanos y la vida salvaje. Los visitantes, al aprender sobre la importancia de preservar la biodiversidad, se convierten en defensores de los activos de la naturaleza. Esta educación ambiental es un pilar esencial en la construcción de un futuro donde las generaciones venideras puedan disfrutar de la riqueza natural del planeta.