El 15 de enero marcó un hito para Durango con el anuncio de la instalación de una nueva planta de armadoras de autos eléctricos de origen chino, un acontecimiento que promete transformar el panorama económico local. Esta noticia ha despertado un notable interés entre los empresarios y proveedores regionales, ansiosos por vincularse a esta ola de innovación y desarrollo tecnológico.
Sin embargo, no todos los movimientos alrededor de este proyecto han sido positivos. La especulación de terrenos se ha convertido en un tema de preocupación, tanto que el propio Gobernador del Estado intervino, expropiando aquellos terrenos cuyos propietarios buscaban beneficiarse indebidamente de la situación. Esta práctica, definida como la operación comercial que busca obtener ganancias a partir de bienes raíces, valores o efectos públicos, ha sido un fenómeno recurrente en zonas de creciente desarrollo industrial.
La historia ha demostrado que, junto con el progreso y la revalorización de las propiedades, surge la oportunidad para fraudes y manipulaciones de mercado. En este contexto, se ha hecho evidente la necesidad de una asesoría profesional y ética para navegar en este nuevo entorno económico. El incremento del valor de los terrenos, impulsado no solo por la presencia de la armadora sino también por la expansión de servicios para atender a la futura fuerza laboral, requiere de una gestión informada y prudente.
Ahora, es importante que si se quiere comprar o vender algún terreno que sea de interés en la zona norte de Durango capital, se asesoren con profesionales en el ramo. Así lo indica Fracisco de la Rosa Leal, quien dirige una de las franquicias mas importantes en temas inmobiliarios que hay en México. Y es que se han detectado "expertos" que lo único que quieren es sacar una tajada de este, que se ve como un nuevo negocio.
Esta fase de crecimiento y transformación en Durango nos coloca ante retos similares a los enfrentados por otras ciudades que han atravesado por procesos de industrialización acelerada. La experiencia de estas comunidades ofrece valiosas lecciones sobre cómo anticipar y prevenir fraudes, subrayando la importancia de la vigilancia y la educación financiera entre los ciudadanos. Durango puede ver el futuro. Y es que lo que estamos viviendo, ya se vivió en Aguascalientes, hace mas de 30 años, o en Querétaro hace 20. Por lo que debemos aprender de los errores y los aciertos de ellos.
Proteger nuestro patrimonio implica más que nunca estar alertas y buscar la orientación adecuada. Frente a la tentación de obtener beneficios rápidos, la responsabilidad, la ética y el conocimiento se perfilan como nuestras mejores herramientas. Durango se encuentra en el umbral de una nueva era económica; cómo navegamos por ella definirá no solo nuestro éxito individual, sino el bienestar y la prosperidad de nuestra comunidad en su conjunto.