La difícil situación que se vive en el estado está afectando considerablemente a la Iglesia Católica, problema que se acrecentó luego de la pandemia, pues ésta trajo complicaciones a todos los sectores. La disminución de ingreso económico para las iglesias se ve reflejado en las donaciones que los fieles solían realizar con frecuencia, mismas que son utilizadas para el mantenimiento, reparaciones y pago de nómina de quienes colaboran en los templos que pertenecen a la Arquidiócesis de Durango. Hasta el momento, no se ha considerado aumentar el precio de los servicios que ofrece la iglesia para recuperar este ingreso económico.