Marisol Gómez, de 26 años, enfrenta serias dificultades junto a su familia en Jardines de Cancún. Actualmente, su esposo trabaja cortando zacate, buscando maneras de llevar sustento al hogar. Uno de los problemas más críticos para la familia Gómez es la intervención del DIF. Según Marisol, un vecino o familiar realizó un reporte que llevó a las autoridades a su hogar, acusándolos de no atender adecuadamente a sus cuatro hijos.
El personal del DIF les indicó que debían construir dos cuartos adicionales para mejorar la calidad de vida de los niños. Sin embargo, la falta de recursos económicos hace que esto sea una meta inalcanzable. Hace unas semanas, el padre de familia perdió su empleo, lo que ha dejado a Marisol en una situación precaria, ya que a veces no tiene dinero suficiente para invertir en su pequeño negocio de donas.
A pesar de sus dificultades económicas, Marisol y su esposo priorizan la alimentación y la educación de sus hijos. Ambos prefieren pasar hambre antes que sus pequeños carezcan de lo necesario. Viven en un pequeño terreno que heredaron de la familia, en un jacal donde las condiciones son complicadas.
La intervención del DIF, aunque puede tener buenas intenciones, añade presión a una situación ya crítica. Marisol y su esposo están desesperados por encontrar apoyo que les permita salir adelante y garantizar un futuro mejor para sus hijos. Sin un ingreso estable y con constantes desafíos, la familia Gómez busca la manera de reconstruir sus vidas en un entorno que se vuelve cada vez más difícil.