Empresas no quieren contratar a discapacitados ni adultos mayores
A pesar de la creciente escasez de fuerza laboral, todavía existen empresas que continúan excluyendo a personas con discapacidad o a adultos mayores. Muchas de estas empresas prefieren dejar vacantes sin cubrir antes que contratar a alguien con alguna discapacidad o que pertenezca a este grupo vulnerable. Esto refleja una actitud discriminatoria que limita las oportunidades de empleo para quienes tienen el potencial de aportar a la economía, pero enfrentan barreras basadas en su condición física o edad.
La situación ha sido abordada en diversas ocasiones mediante leyes y reformas que buscan garantizar la inclusión laboral. Sin embargo, según Patricia Mercado, diputada federal, estas medidas aún enfrentan obstrucciones significativas por parte del sector empresarial. Mercado mencionó que, aunque se han establecido políticas para fomentar el acceso al trabajo para estos grupos, muchas empresas siguen poniendo excusas para no aplicar estas disposiciones.
A menudo, las personas con discapacidad o los adultos mayores que logran ser contratados terminan en empleos con condiciones laborales poco convenientes, donde se ven expuestos a precariedades que no solo atentan contra sus derechos, sino también contra su calidad de vida.
Esta exclusión laboral no solo perpetúa las desigualdades sociales, sino que también contribuye a la pérdida de talento humano en momentos donde la fuerza laboral es escasa en muchos sectores. Es fundamental que se implementen estrategias efectivas para que las empresas adopten una cultura inclusiva, donde se valore la capacidad y el compromiso por encima de prejuicios basados en la discapacidad o la edad.
La diputada pide que se intensifiquen los esfuerzos legislativos y sociales para garantizar que las empresas respeten los derechos laborales y ofrezcan oportunidades equitativas para todas las personas, independientemente de su condición física o su edad. La creación de políticas que realmente promuevan la inclusión y castiguen las prácticas discriminatorias será clave para cambiar esta realidad.