Derechohabientes y visitantes del hospital del ISSSTE en Durango han expresado su inconformidad ante las deplorables condiciones de la institución. La falta de agua en los baños y la ausencia de aire acondicionado en varios pisos son algunas de las principales quejas. Estas deficiencias son particularmente graves en un entorno hospitalario, donde la higiene es esencial para prevenir contagios. Pacientes y familiares se encuentran frustrados por la situación, describiendo su experiencia en el hospital como insalubre.
Además de las malas condiciones, quienes acuden al hospital señalan un trato desigual por parte del personal. Daniela Muñoz, una paciente, afirma que el trato varía dependiendo de la apariencia o las conexiones que se tengan dentro del hospital. Las esperas, que normalmente oscilan entre cinco y seis horas, se acortan considerablemente si el paciente tiene "influencias" o una apariencia considerada más favorable. Esta percepción de favoritismo ha generado indignación entre los usuarios, que demandan un trato justo y digno.
Otro grave problema es la extorsión que enfrentan los vendedores ambulantes en las inmediaciones del hospital. Margarita García, una vendedora, denuncia que personal de seguridad les exige dinero para permitirles vender sin ser molestados. Esta situación refleja una clara falta de control y ética en las operaciones del hospital, afectando tanto a los pacientes como a quienes intentan ganarse la vida en esa área.
Ante esta realidad, los usuarios han levantado quejas, pero estas han sido ignoradas. Las instalaciones siguen en mal estado, y el ambiente hostil tanto dentro como fuera del hospital ha generado un clima de inseguridad y desconfianza. Las condiciones de limpieza y los protocolos de seguridad son insuficientes, poniendo en riesgo la salud y el bienestar de quienes dependen de estos servicios.
Es urgente que las autoridades tomen medidas para corregir estas deficiencias y garantizar que el hospital cumpla con los estándares básicos de atención y trato digno. Los pacientes, en su mayoría de recursos limitados, no deberían verse expuestos a un sistema que privilegia a unos pocos y descuida a la mayoría.