Guadalupe, de 53 años, atraviesa una situación económica crítica. Su principal ingreso proviene de la venta de plantas, aunque también se dedica a la limpieza de salones de fiesta y casas cuando surge la oportunidad. Sin embargo, la inestabilidad de estos trabajos le dificulta cubrir las necesidades básicas, llegando a pasar días sin tener suficiente para alimentarse.
Actualmente, vive con su esposo, pero él no está aportando económicamente, ya que no trabaja de manera constante. Esta situación incrementa la presión sobre Guadalupe, quien además enfrenta un duelo reciente tras la muerte de su hermano debido a una enfermedad.
En estos momentos vive en un jacal por el que debe pagar renta cada mes, lo que añade otra carga a su ya complicada situación, las lluvias recientes han empeorado las cosas, dañando las pocas pertenencias que tiene. A pesar de su esfuerzo por salir adelante, estos dos últimos años han sido especialmente difíciles para ella.
Ante esta realidad, Guadalupe solicita ayuda, necesita despensas para asegurar la alimentación básica y materiales para reparar su hogar, que ha sido gravemente afectado por las condiciones climáticas. Su situación es un reflejo de las dificultades que muchas personas enfrentan, donde la combinación de factores económicos y personales puede llevar a una situación desesperante.