La situación en la calle Naranjo, que sirve de conexión entre los fraccionamientos Aranzazú 1 y 2, es motivo de preocupación para los vecinos y usuarios de la zona. El estado actual del pavimento y del material que conforma la vía presenta serios problemas de deterioro. Esta situación ha llevado a quejas y peticiones por parte de la comunidad local, quienes consideran que es imperativo mejorar esta vialidad, ya que además de ser una ruta importante dentro de los fraccionamientos, también conecta con la vía que lleva a la Ferrería.
La calle Naranjo, que abarca desde el Rancho San Miguel hasta la carretera al Mezquital, ha experimentado un desgaste considerable con el paso del tiempo y el constante flujo de vehículos. Los baches, grietas y desniveles en la superficie hacen que transitar por esta vía sea peligroso y causa molestias a los residentes y conductores.
Es en este contexto que la comunidad se ha unida para hacer un llamado a las autoridades pertinentes. Se busca su colaboración y apoyo para llevar a cabo la tan necesaria reparación de esta porción de la calle Naranjo. El objetivo principal es restaurar la seguridad y la comodidad en el tránsito diario de los vecinos y garantizar que esta vía continúe siendo una conexión eficiente entre los fraccionamientos Aranzazú 1 y 2, además de servir como acceso a la carretera que lleva a la Ferrería.
La mejora de la infraestructura vial es esencial para el bienestar de la comunidad. Un pavimento en buen estado no solo facilita la movilidad de los residentes, sino que también contribuye a la seguridad vial y al mantenimiento de los vehículos. Además, una vía adecuadamente cuidada aumenta el valor de las propiedades en la zona y mejora la calidad de vida de sus habitantes.
Se espera que las autoridades tomen en cuenta esta petición y lleven a cabo una evaluación de la calle Naranjo para determinar los trabajos necesarios. Esto podría implicar la reparación de baches, la nivelación del pavimento y, posiblemente, una reestructuración completa del tramo más afectado. La inversión en el mantenimiento de la infraestructura vial es una inversión en la seguridad y el bienestar de la comunidad, y los vecinos confiados en que las autoridades responderán de manera efectiva a esta solicitud.