En México existen 232,000 escuelas públicas que atienden a 25 millones de alumnos, distribuidos en los niveles de preescolar, primaria y secundaria. De estos, 4.8 millones son niños en preescolar, 13.8 millones en primaria y 6.5 millones en secundaria. Esta vasta red de instituciones educativas enfrenta diversos desafíos, particularmente en áreas periféricas como las que se encuentran en Durango.
En la periferia de Durango, las escuelas a menudo se ven saturadas debido a la gran cantidad de colonias, fraccionamientos y asentamientos cercanos que dependen de ellas. Esta concentración de estudiantes en ciertas áreas refleja una distribución poblacional desigual, lo que crea una sobrecarga en las instalaciones educativas de estas zonas. Algunas escuelas están al límite de su capacidad, lo que ha obligado a implementar procesos de selección para nuevos ingresos, así como a buscar estrategias adicionales para manejar la demanda y asegurar un inicio del ciclo escolar 2024-2025 sin contratiempos.
Para enfrentar estos desafíos, se han implementado medidas de vigilancia en las escuelas, incluyendo la instalación de cámaras de seguridad y la realización de rondines por parte de guardias, especialmente antes del periodo vacacional. Estas acciones buscan proteger las instalaciones y garantizar un ambiente seguro para los estudiantes y el personal educativo.
Con el regreso a clases a menos de una semana, los directivos de las escuelas de Durango se están preparando para recibir al personal y a los alumnos. Este periodo es especialmente significativo para los estudiantes de nuevo ingreso, que se están integrando a la comunidad educativa. La preparación y planificación adecuadas son esenciales para asegurar una transición fluida y minimizar cualquier disrupción en el proceso educativo.
En el año 2020, el grado promedio de escolaridad de la población de 15 años y más en Durango era de 9.7 años, lo que equivale a casi el primer año de bachillerato. Este promedio es comparable al nivel nacional, donde la población de 15 años y más también tiene un promedio de 9.7 años de escolaridad, equivalente a poco más de la secundaria concluida. Este dato subraya la importancia de seguir mejorando el acceso y la calidad de la educación en todos los niveles.
No todas las escuelas enfrentan el mismo nivel de demanda. Mientras algunas, como la secundaria Hermila Galindo, están saturadas y sobrepasadas en su capacidad de cupo, otras luchan con una matrícula baja de alumnos. Esta disparidad está directamente relacionada con la distribución poblacional en el municipio, lo que resalta la necesidad de una planificación urbana y educativa más equilibrada y estratégica.