La educación indígena en Durango enfrenta desafíos significativos que afectan la preservación cultural y el desarrollo social de las comunidades originarias. Estas poblaciones carecen de infraestructura escolar adecuada, docentes capacitados y materiales educativos en lenguas indígenas, lo que contribuye a un analfabetismo superior al 15% en estas áreas, comparado con el 4.7% a nivel nacional. En Durango se hablan al menos cinco lenguas indígenas: Náhuatl, O?dam, Tepehuán, Wixárika (huichol) y Pima, siendo el Náhuatl la más hablada en el estado. Sin embargo, la falta de apoyo y recursos ha generado un aprovechamiento educativo reducido en las zonas indígenas, con niveles escolares inferiores y una alta proporción de estudiantes en condición de edad mayor, lo que agrava la situación de desigualdad.
Para preservar y fortalecer la educación indígena, es esencial implementar acciones concretas que aborden estas problemáticas. En primer lugar, se requiere mejorar la infraestructura y los recursos educativos, construyendo y equipando escuelas en comunidades indígenas, capacitando a docentes en lenguas originarias y proporcionando materiales educativos adecuados que reflejen la cultura y necesidades de los estudiantes. Además, es fundamental implementar programas de revitalización lingüística que fomenten el uso y enseñanza de las lenguas indígenas tanto en el ámbito escolar como comunitario, asegurando que estas no desaparezcan y que las nuevas generaciones las valoren y practiquen.
Otra medida clave es promover la participación comunitaria en la toma de decisiones educativas, involucrando a las comunidades en la creación de contenidos curriculares que reflejen su identidad cultural y lingüística. Esto no solo fortalece el sentido de pertenencia, sino que también garantiza que la educación sea relevante y significativa para los estudiantes indígenas. Asimismo, es necesario fortalecer las políticas públicas que reconozcan y apoyen la educación indígena, asegurando que se destinen recursos específicos para estas comunidades y que se implementen programas que respondan a sus necesidades particulares.
A pesar de los esfuerzos realizados, los maestros indígenas han manifestado que lo que buscan en sus movilizaciones no es una cuestión política, sino el apoyo de las autoridades para mejorar las condiciones educativas en sus comunidades. La falta de atención a estas demandas ha generado un descontento generalizado, ya que los docentes y estudiantes enfrentan diariamente las consecuencias de un sistema que no les brinda las herramientas necesarias para desarrollarse plenamente. Esta situación no solo afecta el presente de las comunidades indígenas, sino que también pone en riesgo su futuro, al limitar las oportunidades de crecimiento y desarrollo.