En México, las personas con discapacidad enfrentan múltiples obstáculos para ejercer plenamente su derecho al trabajo. Si bien las barreras físicas, sociales y culturales siguen siendo importantes, la falta de oportunidades laborales se mantiene como el mayor impedimento para la inclusión y el desarrollo de este sector de la población.
Oscar Saldívar, presidente de la Asociación Sí Se Puede, declaró que han sido muchas las acciones y estrategias que han emprendido para abrir espacios laborales para personas con discapacidad, pero que la falta de apoyo institucional ha sido constante. "Hemos buscado alternativas por nuestra cuenta, hemos tocado puertas en el sector empresarial y poco a poco hemos encontrado aliados. Pero si esperábamos que la Secretaría del Trabajo hiciera su parte, seguiríamos esperando", afirmó.
Saldívar recordó que hace dos años se formó un Consejo de Inserción Laboral, al que se invitó a la Secretaría del Trabajo para colaborar en la generación de políticas y programas de inclusión. Sin embargo, hasta ahora no ha funcionado de manera efectiva. "Nos cansamos de insistir, por eso decidimos acercarnos directamente a los empresarios. Nos quedó claro que si esperábamos a la Secretaría, esto no iba a suceder", sentenció.
Además, denunció la falta de datos claros y actualizados sobre cuántas personas con discapacidad están realmente empleadas en la ciudad. "Con los pocos recursos que tenemos no podemos hacer un conteo real. Eso le corresponde a la Secretaría del Trabajo, y tampoco lo ha hecho", expresó.
Según datos nacionales, solo 2 de cada 10 personas con discapacidad en edad laboral tienen empleo formal. Las otras ocho o están desempleadas, o trabajan en la informalidad o en condiciones de alto riesgo, como en los cruceros y semáforos de la ciudad.
Para Saldívar, el mensaje es claro: "El problema no es la discapacidad, sino la falta de oportunidades. Y eso sí se puede cambiar, si hay voluntad".