Fanny Anitúa: La voz que marcó al Himno Nacional.
El 22 de enero de 1887, en el corazón de Durango, nacía Francisca Anitúa Yáñez, más conocida en el mundo de la música como Fanny Anitúa. Con una voz que marcó una era, Anitúa no solo se posicionó como una de las últimas grandes contraltos de su tiempo, sino que también dejó una huella indeleble en la historia del Himno Nacional Mexicano.
A los 33 años, Anitúa ya era una figura destacada en el ámbito musical internacional, compartiendo escenarios con figuras de la talla de Enrico Caruso. Los críticos de la época la aclamaban, y aquellos afortunados que escucharon su voz la describían como "cristalina", capaz de transmitir emociones inigualables. Sin embargo, fue su interpretación del Himno Nacional Mexicano la que generó un impacto duradero.
El 28 de julio de 1922, Fanny Anitúa grabó una versión del himno que se convirtió en el centro de una controversia sin precedentes. Los puristas de la música argumentaban que Anitúa había alterado el tono original de Do Mayor a Mi bemol agudo, una modificación que encendió un debate nacional. Este incidente llevó a la formación de una comisión especial para determinar el tono en el que Francisco González Bocanegra había compuesto el himno. Fue solo cuando la familia de Bocanegra presentó el manuscrito original que se confirmó que, efectivamente, estaba en Do Mayor, aunque esto presentaba un desafío para su canto por parte de los niños.
La controversia en torno a la interpretación de Anitúa desencadenó un debate más amplio sobre cómo debía ser cantado el Himno Nacional, culminando en la definición de una versión oficial según el artículo 38 de la ley vigente: "El canto, la ejecución, reproducción y circulación del Himno Nacional, se apegarán a la letra y música de la versión establecida en la presente ley".
La contribución de Fanny Anitúa a la historia del Himno Nacional Mexicano va más allá de una simple interpretación. Su legado es un recordatorio de que el arte puede influir y dar forma a la identidad nacional. Aunque los intérpretes actuales continúan enfrentándose a sus propios desafíos al cantarlo, la huella de Anitúa permanece como un testamento de su talento y su impacto en la cultura mexicana.