En lo que va del año 2024, en Durango se han registrado 20 homicidios de mujeres, aunque existe discrepancia entre las cifras oficiales y las reportadas por activistas que consideran muchos de estos casos como feminicidios. Esta problemática refleja la persistente violencia de género en el estado, particularmente en la zona serrana, donde algunos incidentes se justifican bajo el concepto de "usos y costumbres" de las comunidades, lo que genera desacuerdos y dificulta el acceso a la justicia para las víctimas.
Diversos colectivos dedicados a la defensa de los derechos de las mujeres insisten en la importancia de la denuncia, especialmente porque una gran parte de estos actos de violencia ocurre dentro del núcleo familiar. Según estadísticas, en muchos casos el agresor es un familiar cercano, lo que refuerza la necesidad de crear entornos seguros para las mujeres y promover una cultura de denuncia efectiva.
A pesar de que la violencia de género no se limita a una región específica, la zona serrana de Durango destaca por la gravedad de la situación, lo que ha llevado a la implementación de medidas como la Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres (AVGM) desde 2018. Esta alerta, emitida por la Secretaría de Gobernación a través de la Conavim, abarca 16 municipios del estado, entre ellos Durango, Gómez Palacio, Lerdo y Mezquital, y busca atender de manera integral esta problemática.
En el contexto poblacional, Durango tiene un ligero predominio femenino. Según datos del INEGI de 2021, el estado cuenta con 927,784 mujeres, representando el 50.6% de la población total, frente a 904,866 hombres, lo que equivale al 49.4%. Esta diferencia pone en evidencia la vulnerabilidad de un segmento importante de la población ante situaciones de violencia.
El problema no es exclusivo de Durango, pero su erradicación en el estado requiere un esfuerzo coordinado entre autoridades, colectivos sociales y la ciudadanía. Se busca no solo atender casos específicos, sino transformar las estructuras sociales y culturales que perpetúan la violencia de género. Las organizaciones y activistas subrayan que, si bien los avances son lentos, el reconocimiento del problema y la denuncia son pasos esenciales hacia una sociedad más justa y segura para todas las mujeres.