Guadalupe; una mujer que como cualquier otra tiene que salir a la calle con miedo.
Ella tan solo fue recoger a su pequeño de la escuela y vivió un momento traumático cuando una camioneta blanca se detuvo detrás de la secundaria por la que llega al kínder y el quien iba manejando la empezó a seguir .
La empatía y solidaridad son nuestras únicas herramientas para sobrevivir como en este caso, que gracias a una mujer que iba caminando cerca del lugar ella logró salvarse y hoy nos cuenta su historia.
Es por ello que necesitamos medios de fácil acceso y hacer hincapié en la prevención, tanto concienciando como localizando zonas de alto riesgo en donde sufrimos de algún tipo de violencia para poner más vigilancia y atención.
El respeto a la mujer no es una petición sino un derecho y una obligación; por ahora es momento de cuidarnos y estar alerta con la esperanza de que mañana podamos vivir libres y sin miedo.