Los problemas delictivos que se viven en la ciudad no son reconocidos por las autoridades, pues los indicadores nacionales posicionan a Durango como una ciudad segura, sin embargo los robos siguen presentes, sobre todo en zonas como el centro histórico, así como en las colonias de la periferia. Los amantes de lo ajeno no solo afectan a los duranguenses, pues se tienen registros de robos a turistas que solo se encontraban de paso, lo que demuestra que la ciudad no cuenta con las herramientas de seguridad para ser una entidad tranquila.