Villa Montemorelos, un pueblo marcado por el abandono, enfrenta una crisis silenciosa pero devastadora. Las familias viven en condiciones extremas, sin acceso a servicios básicos. La iluminación en sus calles es nula, las aguas que reciben están contaminadas con tierra y la falta de pavimentación ha dejado muchas calles intransitables.
Los vecinos, cansados de denunciar sin ser escuchados, sienten que el gobierno los ha olvidado. Luchan por sobrevivir en un lugar que debería ser hogar. La situación empeora cuando se dan cuenta de que ni siquiera pueden acceder al programa del Presupuesto Participativo, porque ni siquiera reciben la información necesaria para presentar un proyecto.
La red eléctrica es deficiente, afectando tanto a las viviendas como a las calles. Las familias no pueden entender cómo, en pleno siglo XXI, siguen viviendo como en un desierto, sin acceso a lo más básico. La desesperación se apodera de ellos, sabiendo que, mientras el tiempo pasa, su situación empeora sin que nadie se ocupe de mejorarla.
Entre las problemáticas que más se destacan es la violencia familiar y de género: Recientemente, el presidente de la Junta Municipal fue destituido por ejercer violencia contra su familia en reiteradas ocasiones. Inseguridad: Se han reportado incidentes de violencia. Deficiencias en servicios básicos y problemas en infraestructura eléctrica
Este pueblo ha sido olvidado por quienes deben velar por su bienestar. Las voces de Villa Montemorelos claman por ayuda, pero el eco de su dolor se pierde en la indiferencia de las autoridades. ¿Hasta cuándo tendrán que seguir esperando respuestas? ¿Cuántas más generaciones tendrán que vivir en condiciones indignas antes de que alguien haga algo? La impotencia de las familias es absoluta.