Para Guillermo Torres su más grande sueño es volver a Tijuana, pero las condiciones económicas y de salud no le han permitido realizar ese sueño.
Guillermo era electricista y tenía una vida hecha en el estado de baja California, pero la muerte de su madre hizo que regresara a Durango y en sus mismas palabras durante ese duelo sufrió de callos en el pie, lo que le ocasionó gangrena y por no atenderse con tiempo le tuvieron que cortar la pierna.
Guillermo no cuenta con ningún apoyo del gobierno y a sus 57 años de edad su único ingreso económico es aquel que consigue por limosna en las calles del centro de la ciudad.
Guillermo solicita el apoyo de toda la ciudadanía, pues él quiere volver a Tijuana de cualquier manera.
Para la gente que quiera ayudar a Guillermo con recurso económico o con una despensa, él se encuentra de lunes a viernes a mediodía en calle 20 de nombre y calle victoria.