En el municipio de Durango, la Dirección Municipal de Desarrollo Rural tiene registro de unas 750 cabezas de ganado que han muerto debido a las condiciones de sequía y falta de alimento. Manuel Herrera, director de la dependencia alertó que de mantenerse la falta de humedad la muerte de ganado podría incrementarse hasta llegar a unas 900 cabezas.
En el padrón municipal, se tiene un estimado de 200 mil cabezas de ganado, la mayoría de productores del sector social, lo que eleva el número hasta unos mil campesinos, solo en el municipio de Durango.
Debido a las condiciones de extrema sequía, los productores se enfrentan a un incremento, del 50 por ciento, en el costo del forraje, que además presenta un bajo índice de disponibilidad, sobre todo para aquellos que viven en comunidades alejadas.
En meses anteriores, una paca de forraje podía comprarse en un promedio de 75 pesos, mientras que, en las últimas semanas, los productores han tenido que comprarla en 150 pesos, detalló el funcionario municipal.
Manuel Herrera reconoció que la situación para los productores se ha tornado grave, a pesar de que muchos de ellos se prepararon para la temporada de estiaje "la gente tiene que vender animales ahorita, flacos, para darle alimentación a los más flacos, entonces es una situación compleja".
Sobre todo dijo, para aquellos campesinos que tienen un promedio de cinco cabezas de ganado, toda vez que quienes tienen un hato más extenso también tienen mejores condiciones para gestionar tanto las fuentes de agua como la alimentación.