La pandemia por COVID-19 ha cambiado por completo la forma de relacionarse entre las personas, pues el distanciamiento social se ha vuelto obligatorio para disminuir los contagios.
Los trastornos mentales según los expertos, se habrán de manifestar en los próximos meses o incluso en los próximos años, sin embargo, de manera observacional se estima que más del 50% de los duranguenses, padecen ataques de ansiedad y depresión, en tanto que el consumo de alcohol y drogas también ha ido en incremento.
Las personas que habían sido diagnosticadas con algún problema mental antes de la pandemia, se han visto más vulnerados, según explican los especialistas
Ante esta situación las instituciones de atención a la salud mental, han tenido que desarrollar nuevas estrategias para atender a los duranguenses, con el objetivo de disminuir los efectos derivados de trastornos de ansiedad y depresión, como es el caso de la violencia intrafamiliar y en el peor de los casos, el suicidio.