Hay que poner atención en la seguridad de la mujer
La situación de violencia contra las mujeres en Durango no ha mostrado mejoras significativas, según expresó Julieta Hernández, una destacada defensora de los derechos de las mujeres en la región. Ella subraya la urgente necesidad de prestar mayor atención a la seguridad en eventos públicos y celebraciones privadas. Esta preocupación se basa en la creciente incidencia de incidentes de violencia en estos contextos, donde la seguridad suele ser insuficiente.
En eventos públicos, como conciertos, festivales y manifestaciones, es fundamental contar con medidas de seguridad adecuadas para proteger a todas las asistentes. Julieta Hernández sugiere que, además de la presencia policial, se implementen protocolos específicos para prevenir y atender situaciones de acoso y violencia. Esto incluye la capacitación del personal de seguridad y la instalación de puntos de atención inmediata para víctimas de violencia.
En el caso de las celebraciones privadas, como bodas, fiestas y reuniones familiares, la necesidad de seguridad privada es aún más apremiante. Estos eventos, aunque aparentemente seguros, pueden convertirse en escenarios de violencia debido a la falta de vigilancia y control. Hernández propone que los organizadores de estos eventos contraten servicios de seguridad privada que estén capacitados para manejar situaciones de riesgo y proteger a los asistentes, especialmente a las mujeres.
En muchos países, las campañas de concienciación sobre violencia de género incluyen la capacitación de los organizadores de eventos y personal de seguridad para prevenir y responder eficazmente a incidentes de violencia.
Además de la seguridad física, Julieta Hernández destaca la importancia de fomentar una cultura de respeto e igualdad en todos los ámbitos de la sociedad. Esto implica educar a la población sobre los derechos de las mujeres y las formas de prevenir la violencia de género. Las campañas de sensibilización y educación deben ser continuas y dirigidas a todas las edades, desde la infancia hasta la adultez.
La violencia contra las mujeres es un problema multifacético que requiere un enfoque integral. No basta con medidas reactivas; es crucial implementar estrategias preventivas y de apoyo a las víctimas. En este sentido, Hernández insta a las autoridades a fortalecer las redes de apoyo para mujeres víctimas de violencia, proporcionando recursos como refugios, asesoramiento legal y psicológico, y programas de reintegración social.
Por último, la participación comunitaria es esencial para combatir la violencia contra las mujeres. Todos los miembros de la sociedad, incluidos hombres y mujeres, deben involucrarse activamente en la promoción de un entorno seguro y respetuoso. Esto incluye denunciar actos de violencia, apoyar a las víctimas y participar en iniciativas comunitarias que aboguen por los derechos de las mujeres.